lunes, 14 de febrero de 2011

La hiperactividad en las aulas- Tarea 13

Introducción
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) es un trastorno cerebral en el que intervienen factores genéticos y ambientales. Se manifiesta como un aumento de la actividad física, impulsividad y dificultad para mantener la atención. El TDAH se asocia con frecuencia a otros trastornos, y sus consecuencias se aprecian en muchos ambientes.

    Origen Biológico
La causa última del TDAH es desconocida. El estudio de las disfunciones familiares existentes en niños con esta patología ha revelado su importante papel en el desarrollo de los síntomas, en la aparición de otros problemas frecuentemente asociados al TDAH, y en el diseño de los tratamientos.
En cualquier caso, debe descartarse como origen del mismo a los padres del niño o sus métodos educativos. Las explicaciones centradas en la inexistencia del TDAH y su justificación mediante la culpabilización de los padres deben ser descartadas de una vez por todas, señalando además que en demasiadas ocasiones han llevado a diagnósticos tardíos, lo que conlleva una peor respuesta al tratamiento.
    Genética
Los estudios familiares realizados con muestras clínicas han encontrado entre los padres de niños con TDAH un riesgo entre 2 y 8 veces superior al de la población normal de padecer ellos mismos el trastorno. Recíprocamente, el riesgo calculado para un niño de sufrir el trastorno si uno de los padres lo padece es del 57%.
Así, parece que gran parte de la varianza del rasgo hiperactividad-impulsividad (70-90%) se debe a factores genéticos, pudiendo incrementarse dicha contribución cuanto más extrema sea la manifestación clínica de dicho rasgo.

Síntomas del TDAH
Es posible presentar algún síntoma de TDAH en un momento dado, sin que tenga mayor importancia. Los psiquiatras sólo piensan en este diagnóstico cuando son muchos los síntomas, se presentan frecuentemente, en casi cualquier ambiente y no son pasajeros, sino que se vienen arrastrando desde la primera infancia.
  
   Síntomas de hiperactividad-impulsividad:
• Inquietud, se mueve en el asiento
• Se levanta cuando debería estar sentado
• Corre y salta en situaciones inapropiadas
• Dificultad para jugar tranquilamente
• Excitado a menudo, "como una moto"
• Habla excesivamente
• Responde antes de que finalice la pregunta
• Dificultad para guardar el turno en actividades de grupo
• Interrumpe a otros en los juegos, conversaciones,
  
   Síntomas de falta de atención:
• No atiende detalles, comete errores
• Dificultad para mantener la atención
• Parece que no escucha
• No sigue instrucciones, no termina las tareas
• Dificultad para organizarse
• Evita tareas que requieren esfuerzo continuado
• Olvida y pierde cosas necesarias para su actividad
• Fácil para distraerse por estímulos externos
• Olvidadizo en las actividades diarias

A continuación se dan respuestas a preguntas habituales en relación con la hiperactividad. Si quereis más información sobre este tema, os recomendamos que visiteis estas páginas webs:
 
¿Necesitan los estudiantes con TDA-H tener un acercamiento personalizado en la escuela?¿Por qué?
Los estudiantes con TDA-H por sus propias características deben recibir intervenciones personalizadas debido a que necesitan un tipo de instrucción diferente al que se suele suministrar en el aula. Además, requieren que sus profesores dispongan de una amplia variedad de recursos disciplinarios. En este sentido, el concepto TDA-H que en nuestro programa defendemos se focaliza en las necesidades instruccionales y conductales que conlleva, en lugar de considerarlo exclusivamente como una categoría médica. Proponemos, por tanto, una alternativa funcional en la que la intervención más que en el niño, se centre en la naturaleza del currículum, la instrucción y la organización de la escuela. Esto significa que atendiendo a la diversidad de los estudiantes con TDA-H se rechaza su inclusión en la categoría de estudiantes “especiales”.

¿Por qué el niño hiperactivo presenta dificultades de aprendizaje?
Las dificultades en la atención debidas al trastorno hacen que su rendimiento en clase y en las tareas sea menor de lo esperado por su capacidad intelectual y dificultan su concentración. Además, la hiperactividad no permite persistir mucho tiempo en una misma tarea, y la impulsividad lleva a que se aburran fácilmente y abandonen las actividades sin completarlas correctamente.

¿El TDAH se pasa con el tiempo?
El TDAH es un trastorno del desarrollo neuropsicológico cuyas manifestaciones varían con la edad de quien lo padece. La hiperactividad, por ejemplo, tiende a disminuir con la edad y al llegar a la adolescencia es raro verla. La inatención, por el contrario, suele persistir y podemos encontrarla en la vida adulta. La impulsividad, cuando persiste, es responsable de una parte importante de los problemas de relación de pareja, de problemas con las drogas o de problemas laborales, por poner unos ejemplos. Entre un 30% y un 70% de los niños diagnosticados de TDAH mantienen el diagnóstico al llegar a los 18 años.

¿Cómo incide el TDAH no tratado en la vida escolar?
El TDAH no tratado afecta a los niños y adolescentes en la escuela en forma de notas más bajas en los exámenes, repetición del curso y dificultades en aplicar los conocimientos a tareas personales y escolares. El 15% de los niños con TDAH no tratado presentan trastornos de aprendizaje que afectan el área de las matemáticas o la lectura, dejando a los pacientes por detrás de sus compañeros del colegio. También es posible que el absentismo alcance niveles significativos.
Asimismo, algunos niños con TDAH que no reciben tratamiento presentan comportamientos agresivos y perturbadores. En muchos casos, estas dificultades pueden exigir una atención académica adicional, la repetición del curso y la colocación del paciente en programas de educación especial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario